14 May ¿A qué me dedico? ¿Qué hago con mi vida?
Todos en algún momento nos hacemos estas preguntas. Bien sea porque llega la etapa de decidir qué hacer con tu vida o porque alguna situación lo ha provocado, te han despedido del trabajo, tu negocio no ha funcionado o tu contrato ha terminado. Lo importante es que se inicia una etapa interesante y de descubrimiento en la que puedes comenzar a plantearte las preguntas adecuadas y organizarte un plan para los próximos años. Independientemente de la edad que tengas has ido desarrollando habilidades, obteniendo conocimientos y realizando actividades que te gustan y de las cuales podrías sacar provecho para tu próximo empleo.
¿Comienza por preguntarte cómo te ves en 5 años? ¿Qué actividades te gustaría estar realizando? ¿Prepararte mejor estudiando una carrera? ¿Haciendo un curso? o ¿Buscar empleos que te acerquen a donde te estás viendo que quieres llegar? Haz una lista de todas las experiencias, habilidades y capacidades que has ido desarrollando para que puedas ofrecer al mercado tu talento o hacerte un perfil adecuado para encontrar el empleo en el que encajes o te guste y no tenga que ser un sacrificio.
El cómo diseñes tu vida en el futuro determinará las decisiones que tomes ahora. La mayoría de las personas toman sus decisiones por los acontecimientos y muy pocos buscan o crean las oportunidades.
El trabajo que desempeñes influirá siempre en tu vida y en tus emociones. Así que, es más importante de lo que puedes imaginar, es parte de tu realización personal. Sentir que tus talentos y dones se expresan a través de tu trabajo es lo que te da satisfacción. Puedes, un tiempo, aceptarlo por necesidad, pero siempre algo en tu interior te conducirá a desear estar haciendo algo que te haga feliz.
Cuando te preguntes ¿Qué hago con mi vida? Recuerda que está intrínsecamente relacionado con lo que te quieras dedicar, pues muchas horas de tu vida las emplearás en tu trabajo.
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