Darse cuenta y ser consciente

23 Abr Darse cuenta y ser consciente

Hoy quiero hablarte de algo que me parece relevante  y está relacionado con esos aspectos de la vida que consideramos importante cambiar o mejorar y, sin embargo, ¡no lo hacemos! También, esas situaciones que se nos presentan, una y otra vez, y “sabemos” que tenemos que cambiar, pero no sabemos qué. Esto es “darse cuenta” pero no significa que “te hayas hecho consciente” de qué es lo que te hace actuar de determinada manera o por qué haces lo mismo siempre, y por esta razón, no logras hacer el cambio cuando te lo has propuesto.

Cuando la gente llega a mi consulta vienen porque “se dieron cuenta” que tenían que cambiar algo, pero una vez que iniciamos nuestro proceso comienzan a “hacerse consciente” de qué es lo que no les permite avanzar, en eso que se dieron cuenta.

Hacerse consciente es cuando tu mente, razón, cuerpo y emociones te dan la respuesta, dirían en Argentina cuando te caen las fichas, sería algo así como un momento ¡EUREKA! ¡claro! ¡esto es! dices. A veces te tiene que doler, porque el dolor te hace sentir donde estás empantanado, otras veces te tiene que sorprender, como cuando se cae una venda que tenías en los ojos.

Darse cuenta es más desde la razón incluso surge de la confusión, es el paso previo a hacerse consciente y al cambio, pero no necesariamente te impulsará a cambiar. Tienes que conectar con tu emoción, sentir en tu cuerpo y calzarte todo para que te hagas consciente y cambies cualquier actitud o comportamiento que te mantiene estancado o atorado.

Ser consciente es cuando sabes que sabes algo. Saber solamente no significa que sabes eso que crees que sabes. Aunque parezca una frase confusa no lo es. Necesitas saber por qué haces eso que sabes que es un problema o una limitación. Recuerda un momento en el qué comprendiste una situación y lo sentiste en todo tu ser y aunque te dolió sabes que lo mejor fue comprenderlo porque a partir de ahí todo cambió.

Así que tu transformación interior, el cambio de actitud, asumir un comportamiento diferente sucede cuando ves claramente y comprendes las razones encubiertas de tu mente inconsciente que te ha llevado hasta ahora a hacer lo mismo siempre. Darse cuenta te acerca al conocimiento de tus motivaciones internas, pero no necesariamente produce el cambio que necesitas. Por eso vemos personas en situaciones absurdas que pasan años en ellas, siempre que las encontramos dicen que necesitan hacer un cambio, pero ese cambio nunca se concreta porque no han decidido realmente salir de lo que las mantiene estancadas. Se requiere tener COMPROMISO con uno mismo para buscar ayuda profesional, se requiere VALENTÍA para hablar de las debilidades o eso que se necesita trascender. Lo cierto es que pueden pasar los años y seguir condenados a vivir lo mismo siempre o la vida con su sabiduría te dará el revolcón ideal para que no te quede sombra de dudas ni puedas siquiera intentar volver atrás, es decir, la vida no te da chance o cambias o cambias, pero ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que suceda?

Nuestra mente es muy poderosa y tiene sus propias trampas para mantenernos en las zonas conocidas, esas que todos llamamos zona de confort, que no significa que estés cómodo sino que ya sabes cómo se hacen las cosas y cómo suceden, entonces ¿para qué salir de ahí? si lo desconocido ¡asusta!  Algo así como esa frase que muchas personas suelen decir cuando tienen que tomar una decisión y prefieren quedarse con lo que ya tienen porque consideran que es mejor y dicen ¡Más vale malo conocido, que bueno por conocer!

Así que te invito a reflexionar acerca de esos comportamientos que quieres cambiar y te cuesta, o ahondar un poco más cuando te preguntes ¿por qué siempre me pasa lo mismo? ¿por qué me surgen siempre estos problemas? ¿por qué siempre doy con el mismo tipo de personas? ¿por qué se repiten estás situaciones en mi vida? Hazte preguntas, que cuando menos te lo esperes llegará tu momento EUREKA.

Las respuestas llegan, pero recuerda siempre hacerte las preguntas correctas.