26 Dic Enfoca tu mente hacia tus logros y próximos objetivos
Nos encontramos en una época que nos invita a reflexionar, compartir y disfrutar. Más allá de las creencias religiosas que podamos tener cada uno de nosotros y los motivos por los cuales celebramos la Navidad, hay algo muy cierto; es un tiempo que nos tomamos algunos para compartir con nuestros seres queridos o quizás para dedicarlo a nosotros mismos, para descansar o hacer lo que nos haga sentir bien. Por otro lado, el hecho que termine un año nos puede servir para hacer una evaluación acerca de lo vivido y logrado en el transcurso de estos meses y lo que podríamos hacer en el tiempo que vendrá. Constantemente estoy relacionada con muchas personas a quienes apoyo en sus vidas y por mi experiencia con ellos cada día me convenzo más del enorme poder que tiene nuestra mente y como las elecciones que tomamos determinan la calidad de nuestra vida.. De ahí la importancia de elegir ver y hacer aquello que nos proporcione satisfacción y que a su vez afecte positivamente nuestro entorno.
Las situaciones son como decidamos verlas más allá de los retos o dificultades que estemos pasando, si hay algo para celebrar es la grandeza de estar vivos y de poder experimentar sensaciones y emociones de tener nuevas oportunidades o del sólo hecho de compartir con quienes amamos o con aquellos que son parte fundamental en nuestra vida. De modo que la Navidad puede vivirse desde la espiritualidad, un reencuentro con uno mismo, con nuestros más profundos sentimientos; desde un renacer continuo que nos ayude a transformarnos cada vez más en lo que deseamos ser. Que la llegada de un nuevo año lo veamos como la oportunidad de seguir diseñando lo que queremos para nuestras vidas. Pensar en los sueños por cumplir para convertirlos en metas reales, observar que actitudes queremos cambiar que nos harían sentir mejor y nos ayudarían a optimizar nuestras relaciones, asumir el desafío con uno mismo de vivir las experiencias desde nuestra propia armonía y libertad para convertir nuestros deseos en realidad.
Todos de alguna manera tenemos nuestro propio Árbol de Navidad que es el árbol de nuestra vida. Cada uno siembra su vida como si fuera un árbol y lo abona con cada tarea asumida, con la fe, la paciencia, la constancia y el amor que ponemos cada día; lo adorna con cada logro y reto alcanzado. Imagina tu propio Árbol de Navidad y adornarlo escribiendo cada logro obtenido en este año. Como siempre transmito en mis artículos, a nuestra mente le gusta que le demos significados, que la focalicemos y la dirijamos, así que te invito a dirigirla hacia algo más positivo en estas fechas.
Tómate el tiempo para escribir, te ayudará a ver con más claridad todo aquello que está guardado en tu mente. Es un muy buen ejercicio que me ha dado excelentes resultados. Te sugiero hacer tu “Lista de Logros del Año” y colocar en ella todo lo que has conseguido y que te propusiste en otros tiempos. Luego, haz una “Lista de Aprendizajes” de todo lo que te aconteció y dejó huellas en ti; que te hizo más sabio y más fuerte. Toma todo lo bueno de tus experiencias pasadas. Agradece por todo lo que tienes y finalmente organiza tu “Lista de Metas para el 2010”. Escríbelas, es la primera forma de materializar tus deseos; visualiza tus metas en detalle con imágenes que sean motivadoras para ti. Presta atención a tus sensaciones, que sean de satisfacción y éxito. Suelta los temores si los hay y decreta tus metas positivamente. Asume el compromiso y emprende la acción con tareas pequeñas hasta llegar al resultado deseado.
La vida es para experimentarla y aprovecharla. Asume cada día como una oportunidad!
“Somos lo que somos porque primero lo hemos imaginado”
Donald Curtis
Donald Curtis
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