El poder de las palabras y cómo afectan nuestra realidad

El poder de las palabras y cómo afectan nuestra realidad

Las palabras tienen un poder enorme. Cuando hablamos generamos vibraciones. Nosotros dirigimos nuestro mundo externo e interno con lo que decimos.

Internamente las palabras tienen efectos, generan en nosotros sensaciones. Si las palabras son positivas nos causan bienestar. Si nos decimos palabras negativas, nos producen malestar, alteraciones en nuestro cuerpo y en nuestras emociones.

La ciencia ha demostrado que vivimos en un universo de vibraciones. Cuando hablamos estamos creando y dirigiendo vibraciones.

Las palabras determinan nuestro propósito y nuestra realidad. Es importante hacernos conscientes de nuestro lenguaje, qué nos estamos diciendo y cómo nos estamos diciendo nuestros mensajes.

Vigila tus palabras. ¿Con cuáles te sientes abundante y cuáles te empobrecen? Observa la diferencia vibratoria entre una palabra y otra; y los efectos que ocasionan en tu cuerpo.

Las palabras nos debilitan o capacitan. Lo que obtenemos de la vida depende gran parte de lo que decimos y de cómo lo expresamos. Es un excelente ejercicio escucharnos y escuchar en nuestro entorno las palabras que decimos y los resultados que se producen. Y sabemos  los resultados por el tipo de vida que llevamos o por como nos sentimos cuando expresamos nuestras palabras.

Muchas veces repetimos frases sin cuestionar el efecto que tienen en nuestras vidas. Frases que aprendemos de la familia,  los amigos y la sociedad. Un ejemplo es la palabra estrés. Sólo mencionarla ya genera tensión en nuestro cuerpo, haz la prueba en este momento. Hay personas que se acostumbran a decirla indiscriminadamente, escucho frases como “todo es un estrés” y realmente es la vibración de la palabra que hace que lo sientas y actúes como tal. Nos estamos acostumbrando a decir palabras que nos generan estados de alteración, nervios y desesperanza.

Es importante reflexionar hacia donde estamos dirigiendo nuestra mente y energí­a. Recuerda que aquello en lo que ponemos atención crece y se manifiesta y le damos poder.

Hay algunas frases que afectan nuestra vida: estoy rendido, me muero de miedo, no se hacer nada bien, me muero, estoy agotado, esta situación es insoportable, ha sido un dí­a de perros, será un dí­a terrible. Seguramente te diste cuenta de otras. Valora lo que dices y comienza a modificar las palabras, es cierto que a veces necesitamos desahogarnos, pero hay que prestar atención a la energí­a y a la fuerza con la que lo hacemos.

Si quieres bienestar y abundancia habla de lo que quieres ver manifestado en tu vida, reprograma tu lenguaje a tu favor.

 

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